domingo, 21 de diciembre de 2014

Hojas

Las otoñales hojas
de los árboles desalojan
nuevamente sin alarmarse,
las altas copas
en las que hallaron
asiento donde cobijarse,
embrujadas por el baile,
por la gravedad cayendo
hacia el sucio pavimento.

¿Quién os forzó a negar
vuestro tronco hecho cimiento?
¿Quién las condenó a oxidar
sus pieles en el cemento?

Tal vez sea esta impía realidad
en la que solo mediante el sueño
decido, y siento estar despierto.

   Twitter: @saraaredfield_
Instagram: @saraapd_

martes, 9 de diciembre de 2014

Aquellos ojos negros

Trazaron dos líneas en el inhóspito
espacio que contenía, desprovisto
de cualquier erotismo,
el autobús nocturno.

Sin en el hecho encontrar anhelo
hicieron de sus miradas
dos trayectorias coincidentes
el tiempo suficiente,
para establecer la afrenta al sino
que habría de acongojar sus sentidos.

"Si aquellos ojos negros
eran las puertas de la noche,
cómo podría yo haberlos sellado,
con qué beso lo habría osado,
si no tengo mañanas
con las que reemplazarlos.

Otra vez sentir la sequedad
de la boca ingrata,
otra vez sucumbir a la fantasía
de la pretensión idealizada,
otra vez,  preguntarnos
qué hubiera sucedido
de habernos conocido."

sábado, 29 de noviembre de 2014

Puede ser que amar requiera

Puede ser, que amar requiera
como inequívoca idiosincrasia la osadía
del que es joven y confía
en la belleza de la vida,
la de quien jamás ha materializado
la existencia y sigue, por intuitiva prudencia,
en el infantil sueño
de los que están por estrenar.
Puede ser, que amar requiera
condenarse a la dependencia
e idealizar la espera,
abandonar la ciencia finalista
y ahogar la certeza
en la magia de una fe ciega;
ceder a la idolatría,
que subyace en la semántica
de la oración perfecta.
“Te amo”, me dirán sus instintos
que jamás sabrán decirme, volátiles,
ni por qué vino,
ni por qué se fue…
"Te amo" repetirán los míos
asediados por la esencia del humano ser.

domingo, 23 de noviembre de 2014

La letanía homicida

Seducida por el precio de mi alma
extravía de su cauce y calma,
la copa de la letanía homicida
mi asfixia nocturna.
En la calle nada y todo parece vivo,
tampoco muerto,
tan solo se quedó el mundo,
lo suficiente quieto,
pues quedaron padre y madre sin aliento
por el amor congelados
entre pulso y silencio.
Materializa el erótico sueño,
el niño que en la cuna se mece
sin importar el tránsito del segundero.
No pudo la cortina insinuante,
guardar el familiar embeleso,
de mis pasos ebrios
que por la ventana penetran ajenos.
Aquí, en la puerta donde yo te solía,
tornó el dulce contacto del sabor
con el nuestro fruto amargo, y
de lleno se negó la visceral herida,
a extinguir lo que no pudo
ni el más osado alcohol.
Quise fingir mi extinta hombría
mas santiguó la mirada infinita
mi infantil ser enamorado,
y en la final agonía lloré,
solo ante mí y mi mentira,
el verso que jamás hube confesado:
“Qué te quiero, aunque me niegue a aceptarlo,
que aún me resigno, a haberte olvidado.”
El vómito ha hecho despertar a la cría
a la que siempre supe pude dar vida.
Encienden el ambiente que tantean,
las mismas caricias que lo adormecen,
al llanto tu abrazo puso freno,
quiso solo ternura ser tu beso.
Pese a que al tormento puso fin el tiempo,
aún cuando la oscuridad te inunda,
la misma sé que te preguntas:
de quién serían esos pasos,
que te resultan tan cercanos,
de quién serían esos pasos,
que algún día te fueron tan amados.


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Ha cedido la marea

Ha cedido la marea,
al con la tierra lance,
secándose ha quedado,
en la arena mi niñez,
son mis infantiles huesos,
los que a fuerza de crecer,
olvidé.
Ni mis abruptas murallas,
ni mil fosos lo lograron,
la tarde trajo la noche,
mi castillo tornó en llano,
y a pesar del cansancio,
en levantarlo me afano,
sin mi piedra, sin mi sueño,
tan solo con las manos.
Allá donde el hombre cava
zanjas y alza ateas almas,
al fin olvido la vida
y recupero la calma.
Mi último en su pecho exhalo,
¿dónde estás mi niño,
dónde te has quedado?

Playa de la Jara, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. 

martes, 18 de noviembre de 2014

Romancero de Córdoba

Afrenté las cimitarras
y sin deshonra ni herida,
con gran fervor y tesón
y con no menor valía,
arrebaté al cruel infiel,
todo cuanto aquel quería;
la joya que me aguardaba,
fría tras la celosía,
reina mora de los baños
techados, hechos luceros,
de las fuentes susurrantes
en jardines de crucero,
donde reposa mi diestra
su afán de fiero guerrero,
donde en la vida fe
al poco voy y recupero,
sombrea la datilera,
y relincha la montura,
duerme un cachito de cielo,
preso en el húmedo espejo,
casual por amor sincero,
paciente a ella yo la espero,
¡cuánto tiempo mi reina sin
saber que yo a ti me debo!

lunes, 17 de noviembre de 2014

Su voz

Al doblar la esquina, su voz,
es torrente que evoca acentos,
que mis errores maquilla,
que ensalza viejos aciertos
y rescata algún recuerdo.

Cuando hacia mí camina, su voz,
sin perseguirlo me cerca,
ensangrienta mi costura
y divertida me apresa
fingiendo que me besa.

Cuando la descubro, su voz,
es lo único que le queda,
la espera ha ido devorando
poco a poco su ausencia.
O no soy yo, o ya no es ella.


Las Canales, Padules, Almería.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Romance III

Ella entre por calles vaga
oculta en la muchedumbre,
sin importar el gentío,
sin importar que murmuren.
Las nubes observa, pasan,
con la mirada cansada
de movimientos rápida,
perdida de llenas cargas.
Rayos entre hojas se cuelan,
en perfecto claroscuro,
con cierta nostalgia cuenta,
los amantes que tuvo.
Absurda quimera, piensa,
aunque abandonó a alguno,
también la dejo mas de uno
¿Someterse al amor yugo
quien realmente lo pudo?
Aunque a fumar no acostumbre,
ya se prendió su puro.
Cansada ya de aquel amor
que la llevo a la nada,
ya para ella los te quieros,
no son mas que palabras.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Leopoldo







"Él nunca había creído en su inmortalidad. Desde que era un niño, había pensado en la muerte como el final trágico y perfecto para todo buen libro que se preciara; tanto era así que siempre quiso vivir su vida como una novela. Siempre se había imaginado como el protagonista valeroso e intrépido, desechando la idea de ser actor secundario o espectador. Todas sus decisiones se basaban por ello en la experiencia que recibiría, usando el dinero como lo que realmente era para él, una moneda de cambio que le canjeara nuevas experiencias. El afán que ponía en conseguirlo no era más que pensando en gastarlo. Sus padres le decían bastante a menudo que ahorrase y con el tiempo podrían pagarle una buena escuela en Inglaterra o FranciaLeopoldo les escuchaba callado, dejándoles hablar sin ningún resultado, pues él, solo quería viajar y viajar. [...]" Leopoldo.

Leopoldo es el primero de los cuatro relatos pensados para la temporada 2013/14, en los que se muestran distintos puntos de vista sobre la vida, la sociedad, y la juventud. En él se narra la peculiar visión del mundo de un joven acomodado que a finales del siglo XIX sueña con viajar y correr aventuras, y cómo se enfrenta a ciertas decisiones que determinarán su futuro. Podéis leerlo en el siguiente enlace, ¡y comentar lo que queráis!

Leopoldo