martes, 14 de junio de 2016

JÓVENES VIEJOS

 “Hay jóvenes viejos, y viejos jóvenes,
y en éstos últimos me ubico yo”
Salvador Allende.


Como las moscas
vas perdido entre vaivenes cortos,
ahogado entre largas sudoraciones
tratando de alcanzar
la estanqueidad que te cobije,
nada importa salvo permanecer
ajeno al exilio.

Confías inconsciente
en que el ritmo frenético de la rutina
te permitirá seguir indiferente,
autómata e insensible,
para tenderte al anochecer
en la amplitud solitaria del sofá,
para abrir las hojas y proyectarte
en este vagar de literarios,
en este habitar de los abstractos
donde toda realidad se edulcora
para generar en ti, obnubilado
por lo estético, apenas una correcta empatía.

Mientras los días de la crisis pasan,
se agotan en las terrazas los cubatas,
un cigarro prosigue al otro, y al otro,
y ya van ocho años de paro,
ocho años de asistir al despegue incesante
de los aviones comerciales, féretros alados del expolio,
en los que marcha, malvendida, la juventud de España;
aumento de las exportaciones que terminará
por hacer de la nuestra, la generación purgada.

Ciento cuarenta caracteres bastan
para dejar tu conciencia en calma,
para confundir la intelectualidad ascética,
con la inacción propia de la comodidad burguesa.

Tú, que ya para tu pueblo nada sueñas,
que te has convertido en un joven viejo,
un hombre de tu tiempo…





jueves, 12 de mayo de 2016

VOY A MATARTE

Te he querido en el vuelo del tajo,
en mi abdominal contenido,
te he querido segregando la suicida sustancia,
alejando los años perdidos,
te he querido en cada lágrima,
tú mi afán autoignífugo,
demasiadas veces...

Hoy voy,
egoísta el pulso, a deshacerme de quien
me serví para seguir vivo, mi fiel amigo,

¿recuerdas cuando nuestros gritos
recorrían las aceras sin ser interrumpidos,
cuando rompíamos las ventanas, las puertas,
para que la cordura no se nos quebrara?,

Hoy
las fúnebres notas permanecen
suspendidas,
apenas un murmullo insonoro…,
una presencia casi inventada,
hoy,
tú en quién ya no me reconozco,
voy
para que cese el consumo de lo ajeno,
a matarte.

martes, 26 de abril de 2016

ABRIL

Abril
es el albero, tierra andaluza,
polvo del recuerdo,  
de patio y colegio,
de caballo y ruedo,
en que yacen los pétalos  
del azahar, blanco y narcótico,
ralentizando los latidos
de un corazón asténico.
Dejar el café enfriándose
mientras la tarde cae,
y el sol se hace añejo;
mientras se reclina
el cuerpo sobre la butaca,
y el libro contra el pecho.





sábado, 2 de abril de 2016

ESPERO VOLVER

Bajo el sol del estío
que agriete los campos,
y reseque mi piel
ya de por sí marchita,
regresaré con paso
cansado a esta tierra
de la que ahora marcho,
envuelto en el viento atlántico,
inmerso en el aroma
que me traiga de nuevo
a las tardes de verano,
a la sal, a las algas secas,
al continente del maternal
abrazo.
                   
Regresaré aquí, donde
mi vida encontró su sustrato,
para claudicar ante el hormigueo
perentorio de la carne,
para desertar órgano a órgano,
para ceder al cese
del torrente sanguíneo
que evidencie el triunfo
sobre el cuerpo del pasado.
                 
                 Será de noche,
y la penumbra de los ausentes
me alcanzará, me sumirá
en el silencio sin saber,
si todos callan
-tal vez ambas-
o soy yo el que ya
no emitirá palabra.

¿Hallaré entonces
-quién lo sabe-
la perseguida certeza
que justifique mi existencia?

Espero volver. 



Coto de Doñana, Huelva.








miércoles, 23 de marzo de 2016

ÁMBAR

Derramar el ámbar por la garganta, 
mezclarnos con la espuma, confundirla
 con el mar;
el marfil semioculto, pícaro escondite
la boca;
catalizando las palabras, renegar
de los días por habitar los anhelados.

Reír, perdernos en el uso de la lógica,
buscar el fundamento que nos haga saber
dialécticos;
nuevos espacios, condiciones necesarias,
edad, distancia;
huir de los profetas de lo empírico,
tu y yo, ajenos a la circunstancia.

Besarnos, cometer un acto de herejía,
llamarte amiga;
mirarnos, retarnos, restablecer los paradigmas,
el amor romántico.





EL PRÉSTAMO

Esa incierta tarde en que te vayas,
quiero pensar que no somos nosotros,
sino la vida quien nos posee,
que es tan solo un préstamo,
que a la muerte vamos a devolver.

En este mundo de espacios
infinitos, pero recursos
definidos, quiero pensar
que con tu marcha me cedes
la plaza que antaño a otro quitaras.

Quiero, pero no puede el argumento,
el racional pretexto, acallar
la sublevación de mi alma;
nada podrá paliar la agonía
de saber que voy a echarte en falta. 


  Puerto de Cádiz, fotografiado tras las ventanas del ferry
un día de levante


domingo, 17 de enero de 2016

LLUEVE EN CARTAGENA DE INDIAS


Cada tarde sobre las cuatro
un trueno anuncia, como
campanas de una iglesia
que llamaran a oración,
el diluvio tropical sobre
la ciudad vieja de Cartagena.

La húmeda y cálida atmósfera
se satura, empañando del
líquido transparente las coloridas
casas, encharcando las calles
empedradas como si el Caribe
volviera a reclamarlas. 

Todos acuden a refugiarse
en los portales como si los
paraguas no existieran, las
plazas permanecen desiertas,
y frente a un café humeante,
durante veinte minutos
la vida en Cartagena cesa. 


La Ruta BBVA 2015 se refugia del aguacero.
Cartagena de Indias, Colombia.
Foto de Ángel Colina

domingo, 3 de enero de 2016

EL TRAZO

A veces me concibo
como un nítido trazo
sobre un folio poroso
y blanco, como la unión
de incontables puntos
azules que en conjunto,
forman la proyección
sintética de mi vida. 

A veces me creo
el mensaje que oculto,
el superfluo concepto
en el que me pierdo,
en el que me abandono,
para ser sobre este papel,
apenas una voz inánime. 

A veces me pregunto,
y entonces acudo inconsciente
a mis recuerdos y entiendo,
que aquí pervive el mundo
de los maternales afectos,
la luz, el olor, el fruto
de mis primeros besos,
aquellos que ofrecí
cuando todo era nuevo,
y bueno, y yo aún era
el que soy, y no el que
me han hecho. 

A veces pienso que tan solo
soy un trazo, otras,
que en el verso me conservo.




Peñalara (Segovia), diciembre 2015.