A veces me concibo
como un nítido trazo
sobre un folio poroso
y blanco, como la
unión
de incontables puntos
azules que en
conjunto,
forman la proyección
sintética de mi vida.
A veces me creo
el mensaje que
oculto,
el superfluo concepto
en el que me pierdo,
en el que me abandono,
para ser sobre este
papel,
apenas una voz
inánime.
A veces me pregunto,
y entonces acudo inconsciente
a mis recuerdos y
entiendo,
que aquí pervive el
mundo
de los maternales
afectos,
la luz, el olor, el
fruto
de mis primeros
besos,
aquellos que ofrecí
cuando todo era
nuevo,
y bueno, y yo aún era
el que soy, y no el
que
me han hecho.
A veces pienso que
tan solo
soy un trazo, otras,
que en el verso me conservo.Peñalara (Segovia), diciembre 2015. |
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