Derramar el ámbar por la garganta,
mezclarnos con la espuma, confundirla
con el mar;
el marfil semioculto, pícaro escondite
la boca;
catalizando las palabras, renegar
de los días por habitar los anhelados.
Reír, perdernos en el uso de la lógica,
buscar el fundamento que nos haga saber
dialécticos;
nuevos espacios, condiciones necesarias,
edad, distancia;
huir de los profetas de lo empírico,
tu y yo, ajenos a la circunstancia.
Besarnos, cometer un acto de herejía,
llamarte amiga;
mirarnos, retarnos, restablecer los paradigmas,
el amor romántico.