domingo, 26 de marzo de 2017

CORALES ROJOS

Rastros de aire enrarecido,
contra las rocas ecos.
Vestigios de un pretérito escogido.

Yace sobre el granulado un cuerpo,
ignoro si mío:
conchas, moluscos,
habita el parque inmóvil
el reino de lo inanimado.

El gélido salvoconducto
impacta entonces sobre el pecho
hundido,
la mar océana devuelve los perdidos,
reflotan, incorruptos, los buques
oxidados,
germinan pétreos los corales
rojos,
se gestan nuevas épicas para los
justos.

Algo se mueve, poco, y lento,
en otro inerte mecanizado.
Sospecho que sigo vivo.






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