miércoles, 13 de marzo de 2013

Yo que tanto he callado...


No negaré el asedio de mis ausencias,
rebeldes con su causa que se sublevan
en el transcurso de mi vida perfecta,
olvidados a conciencia.

Tan solo el de cada madrugada pacto
me permite cerrar cada acto.
Hora de evocar a los pasados,
y a los actores ya fugados...

Al alba reescribir este teatro,
en la hoja que de mí ha callado tanto,
para un espectador cada vez
más basto,
un actor,
menos apto,
un bardo,
con menos tacto.

Ya no le temo a mi vanidad,
ni a mi ser como poeta,
ya le tocó a otros,
juzgar mis letras.

C.D.


No hay comentarios:

Publicar un comentario